El último cuatrimestre ha traído cambios significativos en la percepción de la reputación general del sector bancario en Panamá. A pesar de una favorabilidad previa, se ha experimentado una disminución de 10 puntos en su reputación general, principalmente debido a la percepción negativa relacionada con investigaciones sobre el comportamiento de la banca, como en el caso de “New Business”.

El impacto negativo se ha amplificado a través de los medios tradicionales, que actúan como validadores de la información, aumentando la desfavorabilidad en 16 puntos.

En medios sociales, especialmente en Twitter, la conversación se ha unido a las quejas y dilemas sobre el servicio bancario, lo que ha resultado en una desfavorabilidad del 29%. Este impacto también ha afectado la integridad, con un aumento del 15% en calificaciones negativas.

Las percepciones del público indican que los bancos no están satisfaciendo adecuadamente las necesidades financieras de aquellos con ingresos limitados. Existe una narrativa arraigada sobre la falta de productos y servicios financieros asequibles, lo que ha generado la percepción de que los bancos no están haciendo lo suficiente para satisfacer estas necesidades.

La regulación y supervisión del sector bancario, aunque necesaria, a veces genera dudas sobre la transparencia de la industria. Esto, a su vez, impacta negativamente la confianza de las audiencias, especialmente en temas como la prevención del lavado de dinero.

En comparación con el período anterior, se ha observado un esfuerzo en el sector para equilibrar los estímulos de conversación. Esto se refleja en un aumento de los incentivos relacionados con la Adaptación y el Talento.

Daños en áreas clave, como la oferta de valor y la integridad, han aumentado en el último cuatrimestre. Problemas como la falta de innovación, la insatisfacción del cliente y escándalos de corrupción han impactado negativamente.

En cuanto a la competencia entre los bancos, los bancos privados ocupan los dos primeros lugares en el ranking reputacional del sector bancario panameño. Los clientes y el público en general perciben que los bancos privados ofrecen un valor diferencial en términos de innovación y servicio al cliente.

Las redes sociales, como Facebook e Instagram, son canales clave para la gestión de la reputación bancaria, pero la construcción de conexiones emocionales y mensajes valiosos es esencial.

X (Antes Twitter), por otro lado, concentra la mayoría de los comentarios negativos, lo que representa un reto reputacional. Cómo los bancos responden a estas interacciones críticas y virales puede afectar significativamente la percepción de las audiencias.

LinkedIn, sin embargo, se ha desaprovechado en el sector bancario panameño debido a la falta de estrategias efectivas para gestionar temas laborales y culturales.

El patriotismo y el estímulo de sentimientos nacionalistas siguen siendo elementos clave para la gestión de reputación en el sector bancario panameño. Estos elementos pueden influir en la construcción de emociones a través de la identificación.

A pesar de los avances en algunas dimensiones de reputación, se mantienen desafíos en áreas clave. La falta de innovación, adaptación y la necesidad de priorizar la integridad y la satisfacción del cliente son aspectos que requieren atención constante.

En resumen, el sector bancario de Panamá se encuentra en un período de desafíos y oportunidades en términos de reputación. La gestión de la reputación se vuelve crítica para restaurar la confianza y mejorar la percepción de las audiencias en un mercado altamente competitivo y en constante cambio.