En un panorama donde las crisis han cobrado caro los errores a las compañías, la presencia digital de los CEO ayuda no solo a mejorar su liderazgo y su conexión eficiente con los clientes, sino que entrega la confianza que el mercado necesita por parte de la organización en casos de crisis. El CEO debe mostrarse como un ser ético y coherente también en el ecosistema digital, pues en la actualidad, este determina en gran medida el rumbo que las estrategias empresariales deben tomar. Es así como la presencia digital del directivo debe consolidarse en el día a día y no de manera improvisada en el marco del caos.
Dentro de los errores comunes que cometen los CEO en la web priman hechos como que no tienen construidos perfiles a los que las audiencias puedan acceder fácilmente, en otros casos los tienen, pero estos son manejados por terceros que no generan la cercanía y la confianza que naturalmente debería entregar la marca a la que representan, en ocasiones, sus perfiles en redes no son coherentes con un discurso socialmente aceptado y esto los condena frente a la opinión pública o en el peor de los casos, ni siquiera se muestran en redes y solo aparecen cuando la crisis está consumiendo su organización, mostrando un rostro desconocido para las audiencias que claramente no logrará el efecto más adecuado para la situación.
El CEO deberá entonces asumir un liderazgo importante en los momentos de crisis para demostrar su compromiso con la resolución de esta. Idealmente, el directivo debe ser la cara ante la sociedad y quien entregue la información clara de lo sucedido, para esto, debe formarse previamente con un entrenamiento de vocería que lo deje actuar con efectividad ante las críticas que se desaten y le permitan mantener el discurso ante los altibajos de la crisis.
